• Se aconseja tratar las lanas y algodón como si fueran tu piel.
• El lavado debe ser exclusivamente a mano, limitando a pocos minutos la exposición al agua tibia.
• Usar jabones neutros que no alteren la estructura del tejido. Evitar la lavadora y secadora.
• No escurrir ni retorcer las prendas para que no se deformen y para que mantengan su elasticidad original.
• Quitar el exceso de agua presionando suavemente entre ambas manos.
• Se aconseja secar las prendas extendiéndolas sobre una superficie plana que absorba la humedad.
• No exponerlas al sol.
• No colgarlas, no usar ganchos de ropa ni pinzas.
• Se sugiere no usar plancha.
• En caso de hacerlo, nunca apoyarla sobre la prenda para evitar brillos que luego no se puedan quitar.
• La manera más adecuada para guardarlas es doblándolas dentro de su bolsa original, sin colocar otras prendas encima, para que las fibras no se aplasten y puedan respirar.
• Si se mancha, hay que actuar rápidamente, usando jabon neutro para este tipo de prendas , ya que las fibras naturales absorven enseguida las sustancias.
• No frotar para evitar apelmazamiento.